Gracias Dios por todos los momentos vividos con el.
Reí, llore, grite, ame y odie con el.
El en mi fue indeleble, no se si aun lo sea pero lo único que estoy segura es que ya no lo pienso con la misma intensidad que antes, solo le doy gracias a la vida por haberlo conocido, ya estoy en ese momento en que acepte todo y pensé con claridad las cosas y la conclusión final es que tengo que guardar todos los recuerdos en un lindo cofre y de hay no tienen que salir porque se que la experiencia que viví con el no la vivere con mas nadie, fue una relación muy extrema, un poco distante pero siempre nos teníamos presente en nuestro corazones.
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